Estos dolores pueden ser normales como respuesta a los efectos y a la carga hormonal de la inyección. Es importante que este dolor no sea intenso, sea transitorio y no tenga síntomas asociados. Si es así, es decir, con la presencia de un dolor intenso, con fiebre u otros síntomas y que no cede, se recomendaría consultar ya que puede tener otro origen.