Es importante que tenga claro que no hay un tratamiento que cure definitivamente esta afección crónica de la piel. Debe evitar la exposición excesiva al sol, vientos, climas muy fríos y condiciones de estrés.
Para su tratamiento, en casos moderados a severos, se pueden usar productos derivados de la vitamina A o terapias con láser de última generación, sin embargo para su uso debe tener una adecuada valoración por un dermatólogo para determinar si se beneficia o no del tratamiento.