El SIDA es una etapa de la infección por VIH que se define por la clínica y por el conteo de cédulas llamadas linfocitos CD4. Tiene tratamiento para prevenir su progresión pero no es curativo con anti-retrovirales y demás medicamentos para prevenir infecciones oportunistas dada la inmunodeficiencia. Sin embargo, éste debe ser guiado por un infectólogo, lo primero debe ser confirmar la infección, posteriormente definir la etapa y considerar inicio de tratamiento multidisciplinario.