Puede aprender a controlar su eyaculación de la misma manera que aprendemos a controlar la vejiga cuando se es pequeño.
Una vez que aprenda a controlar la eyaculación, difícilmente olvidará cómo hacerlo, sólo que para ello se requiere tratamiento médico, a cargo de un especialista en salud sexual masculina, ya que de lo contrario el problema puede volverse crónico, generando además inseguridad y frustración. Los tratamientos más eficaces son los que combinan el uso de fármacos específicos con ejercicios que ayudan a corregir el problema.