Lamentablemente, una patología atópica de este tipo que requiera manejo inmunosupresor permanente, implica una mayor severidad que debe ser evaluada y seguida por la consulta externa, teniendo en cuenta la historia completa del paciente, las modificaciones en los medicamentos deberán ser realizadas por el médico tratante para obtener el efecto deseado a la dosis mínima necesaria; si alguno de su los medicamentos generan efectos adversos indeseables, éstos deben ser comentados con el profesional tratante.