El gel antibacterial es una buena opción para desinfectar las manos, pero nunca reemplaza completamente un adecuado aseo de las manos; se puede utilizar después de realizar actividades que no sean muy contaminantes, y máximo durante tres veces consecutivas, después de la cuales se tiene que realizar un lavado de manos con una adecuada técnica. Si se van a realizar actividades que requieren un alto nivel de limpieza de las manos, el gel antibacterial tampoco reemplaza el lavado de manos.