El aumento en los niveles de estrés y de ansiedad, aumentan la sensación de fatiga en el individuo y pueden disminuir temporalmente el sueño reparador. Es importante abordar la causa de estrés y mitigarla en la medida de lo posible, bien sea solucionando directamente el problema o buscando alternativas para el manejo de las emociones que la generan. Si la sensación de ansiedad se torna abrumadora y afecta el desarrollo habitual de las actividades cotidianas, es recomendable solicitar asesoría profesional de salud mental como psiquiatría o psicología.