El lavado de oído debe ser realizado por un profesional de la salud con experiencia y conocimiento sobre el procedimiento, ya que de lo contrario, podría generarse una perforación de la membrana timpánica; además, durante este procedimiento, es necesario tener un otoscopio (aparato para mirar el oído externo y medio) para corroborar el éxito del procedimiento. Es recomendable ser valorado por un médico para que indique si es necesario el lavado de oído.