Pueden tratarse de episodios de sonambulismo o de terrores nocturnos, para una apropiada valoración se requiere una descripción detallada de los eventos de un acompañante que lo presencie, o lo que se pueda aportar de los recuerdos si se tienen. No representa nada grave para la salud, pero si genera molestias para usted o para la familia, se puede solicitar valoración por psiquiatría (manejan los trastornos del sueño) para realizar seguimiento.