Es necesario tomar la temperatura del niño con un termómetro para tener datos cuantitativos y así asegurarse si la fiebre ha disminuido o no. Se debe mantener fresco (no dentro de cobijas, mantas o frazadas), bañarlo por 30 minutos con agua al clima (no fría, no helada) y además, es necesario mantener una excelente hidratación (administrar líquidos constantemente). Si la fiebre continúa y no mejora, se debe consultar a pediatría. La dosis sugerida es de 4.5 cc cada 6 horas.