En general, la irritación es las que produce este síntoma. Esta irritación puede estar condiciona por procesos inflamatorios, infecciosos o alérgicos. Cuando se relaciona a los pliegues cutáneos, en ocasiones son infecciones fúngicas las responsables. En todo caso, es importante complementar esta información con el examen físico de forma que se pueda esclarecer la etología.