En promedio, los niños controlan sus esfínteres entre los 2 y 4 años, pero algunos pueden demorar un tiempo más largo, en ese aspecto, además de la salud orgánica del menor, también influyen otros factores como su personalidad y otros aspectos de su psicología propia. Habría que revisar a la menor por pediatría y ver si algo no está bien para que se controlen esfínteres y se deben descartar causas de que orine demasiado, como problemas de infecciones, Diabetes o incluso, problemas de vejiga hiperactiva.