La Pericarditis tiene múltiples etiologías, muchas veces es secundaria a una infección de tipo viral de las vías respiratorias o gastrointestinal; sin embargo, también puede deberse a procesos bacterianos, parasitarios o neoplásicos. Preguntarle al médico por este caso en particular. El pericardio es una pequeña "bolsa" que recubre el corazón y permite su adecuado movimiento. Sin tratamiento esta "bolsa" puede fibrosarse (hacerse dura) o llenarse de líquido, impidiendo el correcto funcionamiento del corazón. Es importante asistir a los controles y exámenes que le hayan ordenado, así como cumplir a cabalidad con el tratamiento.