Lo primero que se debe hacer es realizar una valoración presencial y confirmar si las posibles lesiones se tratan o no de hongos. Para esto es necesario que se consulte al médico tratante. Evitar rascarse, manipular las lesiones, usar cremas, aguas, hierbas o cualquier tipo de remedio casero ya que pueden empeorar los síntomas, evitar sitios húmedos como piscinas, saunas, turco, evitar compartir toallas u otros elementos de higiene personal.