La Dermatitis Atópica es una condición inflamatoria de la piel que se caracteriza por resequedad y piquiña principalmente, pudiendo presentarse en estados más avanzados enrojecimiento, brote, pequeñas ampollas, costras, piel que "descaspa", engrosamiento de la piel, fisuras, entre otros. Empeora con factores ambientales como ciertos alimentos, irritantes e infecciones. El rascado empeora definitivamente las lesiones. El enrojecimiento pudiese corresponder a un proceso de regeneración normal de la piel, o bien a un efecto adverso al medicamento que se está empleando (crema). Es recomendable que se asista al médico para que se evalúe directamente si este enrojecimiento es normal o no. Hasta entonces evitar la exposición directa al sol, el rascado y el uso de productos dermatológicos.