La verdad para una persona cualquiera común y corriente no es nada fácil distinguir entre uno u otro dolor. Finalmente lo que se siente es dolor y cada persona lo interpreta de forma distinta, es decir; yo puedo tener un dolor de muela y no darle importancia, usted puede tener el mismo dolor de muela e ir inmediatamente al odontólogo para ver qué pasa, si se capta lo que se quiere decir. Esa subjetividad es lo que hace difícil que una persona distinga entre una y otra cosa. Ahora bien, en medicina, nosotros como médicos no sólo vemos el síntoma dolor para tratar de hacer la distinción entre uno y otro tipo, también vemos la epidemiología alrededor del dolor, la sintomatología adicional alrededor del dolor, entre otros factores importantes y haciendo una sumatoria global de todos estos aspectos, lanzamos una impresión diagnóstica de si es o no sospechoso de ser un problema de corazón o causado por ansiedad. La medicina parte del hecho de que se está rodeado de incertidumbre, se tratan de obtener evidencias o pruebas que digan que es un problema grande o no es un problema grande, interviene ahora o interviene luego. Por otro lado está el factor de los diagnósticos diferenciales, es decir, posibles enfermedades o problemas que se pueden comportar igual y que se deben descartar antes de dar con el diagnóstico definitivo. Hablando de mi formación médica por ejemplo, mis profesores me enseñaron a hacer primero un diagnóstico sindromático, luego desglosar ese diagnóstico sindromático a un diagnóstico diferencial, luego desglosar los diagnósticos diferenciales y escoger una impresión diagnóstica y luego poner a prueba esa impresión diagnóstica y tratar de demostrar finalmente un diagnóstico definitivo con el cuál proceder a hacer tratamiento y finalmente darle cierre al caso. No es algo que se haga de la noche a la mañana pero si exige un ejercicio académico e intelectual grande y ágil y para ello hay que leer bastante, tener mucho contacto con pacientes, ver muchos casos de una misma enfermedad, ver sus variantes de una persona a otra, etc, etc, etc. En conclusión, realmente como una persona del común no se va a ser capaz en muchas ocasiones de distinguir una cosa de la otra, pero sí se puede decir que un dolor de corazón peligroso, es súbito, prácticamente dice al subconsciente "te vas a morir" y le hace verlo de esa forma, mientras que un dolor de ansiedad no da esa sensación de muerte inminente.