En la superficie de la lengua se encuentran las llamadas papilas linguales o gustativas, las cuales son las encargadas de percibir los sabores (dulce, salado, agrio y amargo) y transferir la información percibida al cerebro, por lo cual cualquier daño o interferencia en las mismas compromete la sensibilidad a los sabores.
Las papilas encargadas de distinguir el sabor dulce se localizan en la punta de la lengua, los ácidos se encuentran en los bordes y la región posterior, los sabores salados se ubican en los lados de la lengua y las sensibles al amargo en la parte posterior. La zona central de la lengua se encuentra desprovista de papilas gustativas como tal, pero posee papilas con sensibilidad táctil y térmica.
Las alteraciones del gusto se pueden clasificar de la siguiente forma:
Las causas de la disminución del gusto incluyen:
Si estas alteraciones se presentan con frecuencia o asociadas a otras molestias, es importante una valoración médica para determinar la causa e instaurar el manejo apropiado.
En caso de que presente: