Se refiere a la disminución de la capacidad de mover de manera voluntaria y activa los músculos contra una resistencia. La debilidad muscular puede aparecer repentinamente, por ejemplo, tras un accidente, un ataque cerebrovascular o una infección. También hay enfermedades que pueden provocar desde debilidades musculares que avanzan hasta alcanzar la parálisis. La debilidad muscular se puede clasificar de la siguiente manera: - Debilidad muscular verdadera: es la condición en la que la fuerza ejercida por los músculos es menor que la esperada. La conforman una gran variedad de trastornos musculoesqueléticos, incluyendo la distrofia muscular y la miopatía inflamatoria. También puede ser causada por bajos niveles de potasio y otros electrolitos en las células musculares. - Debilidad muscular percibida: es la condición en la que la persona siente que requiere realizar un esfuerzo mayor para ejercer una acción, cuando en realidad la fuerza muscular es la misma que en condiciones normales. Ocurre por ejemplo en el síndrome de fatiga crónica. También se puede clasificar en: - Debilidad muscular proximal: afecta a los músculos más cercanos a la parte central del cuerpo. - Debilidad muscular distal: afecta a los músculos más lejanos a la parte central del cuerpo. El tratamiento de la debilidad muscular se encuentra orientado dependiendo de la causa.