El apego hace referencia al tono emocional que existe en la relación entre el bebé-niño y su cuidador, el cual se evidencia porque el niño busca y se aferra a la persona que lo cuida, por lo general, la madre.
Gracias al apego, el niño logra sentirse seguro en situaciones de ansiedad o de amenaza, lo que posteriormente también se reflejará en la seguridad con la que aborde diversas situaciones de la vida.
El apego se puede clasificar en:
El apego seguro es una situación normal y necesaria entre los niños y sus cuidadores. Los tres últimos son de carácter patológico y se dan por una alteración de la relación y del vínculo entre el cuidador (madre) y el hijo en la infancia.
No se debe acudir de forma urgente cuando se presenta un apego patológico, pero si requiere de valoración e intervención por un profesional de la salud en forma oportuna.