Este signo (también denominado síncope) se refiere a la pérdida total y súbita (repentina) del contacto de una persona con el entorno que la rodea, sin que se presente un compromiso del funcionamiento de la respiración y/o de los latidos cardíacos, acompañada de la pérdida del tono postural (capacidad de mantenerse en una posición).
Se produce por una disminución repentina del flujo sanguíneo cerebral y generalmente presenta una recuperación rápida y espontánea sin generar complicaciones o secuelas a nivel físico.
Existen tres tipos de síncope:
Ante la presencia de pérdida del conocimiento se debe acudir inmediatamente a urgencias para evaluar las causas que lo ocasionaron.