A través del hígado pasa la mayoría de la sangre del cuerpo, en especial la que viene del intestino, de manera que todas las sustancias que ingerimos en la dieta pasan por este órgano, por lo que el hígado interviene en el metabolismo de dichas sustancias, en especial de medicamentos o sustancias con componentes grasos. Esto conlleva a que el hígado se encuentre en constante riesgo de agresión. Ciertos compuestos químicos de elementos de la dieta o de productos farmacológicos serán los responsables de causar toxicidad hepática, con aparición de un proceso inflamatorio y un deterioro de la función.
Si la persona ha consumido un medicamento de forma crónica o ha aumentado el consumo de alguna sustancia de forma súbita e inicia con síntomas como pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor en la parte superior del abdomen o alteración de la conciencia.