La costra o costras se definen como formaciones sólidas de la piel producto de la desecación de fluidos o exudados de suero, sangre o pus en la región externa de la piel, que aparecen como parte de la respuesta del organismo cuando se producen heridas en la piel secundarias a cortaduras, rasguños, heridas por cirugías o quemaduras.
Algunas enfermedades sistemáticas pueden cursar con lesiones tipo costras acompañadas por úlceras que no se asocian a eventos traumáticos previos, como lo son la psoriasis, la dermatitis atópica, liquen plano o escleroso entre otras condiciones.
Las costras generalmente presentan coloración oscura de color café, rojo o negro. No suelen requerir tratamientos adicionales, ya que transcurridas 1 a 2 semanas las costras caen por si sola. En caso de presentar costras en el contexto de enfermedades sistémicas es necesario recibir tratamiento médico que dependerá de la causa de las mismas.
Se recomienda no manipular las costras para no entorpecer el proceso de cicatrización y generar marcas en la piel.
Si presenta costras asociadas a uno o más síntomas a continuación: