Un trasplante de corazón es un procedimiento quirúrgico donde se reemplaza el corazón enfermo que no es capaz de realizar su actividad de manera adecuada sea porque se encuentra en estado de insuficiencia cardíaca o cardiopatía severa que lleva a que no funcione correctamente, por un corazón sano, generalmente de un donante fallecido.
El trasplante de corazón se reserva para las personas que ya han probado otros tratamientos o medicamentos, pero cuyas enfermedades no han mejorado lo suficiente.
Esta es una operación riesgosa que puede comprender muchas complicaciones, pero puede mejorar la salud y la calidad de vida de la persona afectada.
1. Cuando se consigue un donante compatible con el paciente, este se debe preparar para la cirugía realizando:
- Exámenes de sangre o de la piel para descartar infecciones y valorar el estado de la hemoglobina,
- Determinación del grupo sanguíneo,
- Exámenes para evaluar el corazón, como electrocardiografía (ECG), ecocardiografía,
- Exámenes para evaluar los pulmones,
- Exámenes para buscar cáncer en etapa temprana (citología vaginal, mamografía, colonoscopia)
- Histotipado (determinación molecular del tipo de tejido) para ayudar a verificar que su cuerpo no vaya a rechazar el corazón donado.
- Valoración cardiovascular con exámenes previos,
- Valoración por Neumología con exámenes previos.
2. El día de la cirugía, no puede desayunar, ni tomar agua desde 12 horas antes.
3. Debe tomar los medicamentos indicados por su médico.
4. Acuda con ropa cómoda y con su bolso de utensilios personales y medicamentos.
Durante la cirugía de trasplante de corazón, el paciente está inconsciente y sin dolor (bajo anestesia general).
1. Se mantendrá al paciente en una unidad de cuidados intensivo inmediatamente después de la cirugía por alrededor de 72 horas.
2. Se mantendrá hospitalizado alrededor de 7 a 21 días después de un trasplante de corazón.
3. El período de recuperación es de 6 meses aproximadamente.
4. Debe realizarse chequeos periódicos en los primeros 2 años.