Las Plaquetas, son pequeñas células que circulan en la sangre, su función es la formación de coágulos y la reparación de vasos sanguíneos dañados, cuando un vaso sanguíneo se lesiona, las plaquetas se adhieren al área dañada y se distribuyen a lo largo de la superficie para detener la hemorragia, están compuestas de aproximadamente el 5% de la sangre.
La Transfusión de Plaquetas, actualmente se clasifican en:
- Terapéuticas: Son aquellas que se indican ante la presentación de hemorragia masiva con coagulopatía por consumo o dilucional.
- Profilácticas: Son aquellas que se indican en función del recuento de plaquetas y, por lo general durante los tratamientos aplasiantes.
Normalmente, este procedimiento se usa terapéuticamente en enfermos con hemorragia por trombopenia o con trastornos funcionales de las plaquetas.
Normalmente una transfusión de Plaquetas, puede realizarse de la siguiente manera:
- Le colocarán una vía intravenosa, con una aguja en uno de los vasos sanguíneos.
- Se le toma la tensión y temperatura al paciente.
- Se procederá a la verificación de las plaquetas que corresponda a la indicada.
- La bolsa con concentrado plaquetario, se cuelga boca abajo en una bomba, que controla la velocidad del flujo, las plaquetas fluyen fuera de la bolsa, hacia el tubo, a través del pequeño tubo de la piel y hacia el flujo sanguíneo.
- El concentrado plaquetario donado, que se almacena en la bolsa plástica ingresa al torrente sanguíneo a través de la vía intravenosa.
- Deberá permanecer sentado o recostado durante el procedimiento, el cual generalmente dura entre 5 a 10 minutos.
- El personal de enfermería, supervisará durante todo el procedimiento y le medirá la presión arterial, la temperatura y la frecuencia cardíaca continuamente.
Se siente un dolor moderado por el pinchazo de la aguja y al momento de iniciar la transfusión de plaquetas.
Ligero dolor en el sitio de punción.