La terapia con frío y calor consiste en la aplicación de medios como compresas, toallas o bolsas que mantengan una temperatura fría o caliente, este tipo de terapia es útil como complemento del tratamiento de lesiones musculares.
La terapía frío calor, puede realizarse alternando los medios calientes y fríos o haciendo uso solo de calor o frío, por periodos no superiores a 20 minutos durante 1 hora, siempre verificando las características de la piel.
Entre los medios físicos para aplicar frío se encuentran las bolsas de hielo, baños con agua helada, hidromasaje, masaje con hielo y los medios físicos para aplicar calor son las bolsas y baños calientes.
Evite utilizar esta terapia en caso de que la piel o zona este adormecida, inmediatamente después de la actividad física, si presenta heridas o quemaduras o si tiene antecedentes de vasculitis, enfermedad vascular o hipersensibilidad al frío.
Es importante no someter a la piel a temperaturas muy altas o bajas, ya que puede producir quemaduras en la piel. No utilice esta terapia en pacientes que hayan pérdido la sensibilidad como por ejemplo pacientes diabéticos.
Durante este procedimiento la persona presenta mejoría o disminución del dolor e inflamación.
Posterior a este procedimiento se espera que el dolor haya disminuido y que haya mejoría en la movilidad del área afectada.