La prueba de Coombs indirecta busca anticuerpos que están flotando en la sangre, es decir, detecta anticuerpos específicos contra ciertos antígenos, que podrían actuar atacando determinados glóbulos rojos generando su rompimiento, evento que es llamado hemólisis. Este examen casi siempre se hace para determinar si se puede tener una reacción a una transfusión de sangre o en los casos de diferente tipo de sangre entre madre e hijo.
No se necesita una preparación especial, sin embargo, ciertos medicamentos pueden afectar la precisión del examen por lo que se le recomienda hablar con su médico tratante para indicaciones. Por otro lado, para evitar otras alteraciones le pueden solicitar cumplir con ayuno. El estándar de ayuno solicitado es de 8 horas que incluye sólidos y líquidos.
Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre puede sentir dolor de intensidad variable, depende de su tolerancia al dolor.
Puede colocarse un poco morada la zona dónde se hizo la punción, normalmente sucede en personas muy delgadas de piel clara o de venas delicadas. La mayoría de las veces no ocurre nada.