La medición de anticuerpos para Zika se realiza para realizar el diagnóstico por pruebas a través de sangre de la enfermedad. Durante y posterior a la infección por el virus Zika, el organismo desarrolla o produce anticuerpos contra el agente causal.
Los anticuerpos tipo IgM son indicativos de una infección reciente, se mantienen hasta 3 meses después de la infección, mientras que los anticuerpos tipo IgG aparecen más tarde y se mantienen durante más tiempo, por lo tanto, su detección en un examen sugiere infecciones pasadas.
Se recomienda realizar los estudios ante la aparición de síntomas sugestivos de Zika y realizar pruebas de control 2 a 3 semanas después. Si no hay síntomas de enfermedad por Zika, se recomienda realizar las pruebas luego de 3 a 4 semanas posteriores al posible contagio.
Para realizar este estudio, es necesario tomar una muestra de sangre periférica. La sangre se extrae por medio de venopunción, generalmente en la vena del codo o el dorso de la mano.
La persona encargada limpia la zona con antiséptico antes de la punción. Luego introduce la aguja en la vena y se recolecta la sangre en un tubo. Finalmente se retira la aguja de la vena y se cubre el sitio de punción con una venda o con una tira adhesiva sanitaria.
Esta prueba no requiere de preparación especial.
No requiere ayuno.
Durante el procedimiento el paciente sentirá dolor leve o sensación de punción, debido a la introducción de la aguja en la vena.
Algunos pacientes pueden presentar mareos o náuseas luego de la extracción de la sangre.
Puede presentarse sangrado escaso o hematoma en el sitio de la punción.