Es una técnica no invasiva e indolora para estudiar la función respiratoria, que mide el volumen y ritmo del flujo de aire dentro de los pulmones. Este procedimiento registra la cantidad de aire inspirado y la frecuencia del mismo durante un tiempo determinado.
La persona debe estar sentada durante la realización de la prueba y respirar dentro de una boquilla que conecta con el espirómetro. Durante la prueba se utilizan clips para ocluir la nariz y así bloquear el flujo de aire nasal. El paciente debe apretar los dientes y asegurar que los labios estén bien sellados alrededor de la boquilla y que la lengua no obstruya el orificio. El usuario debe respirar profundamente y exhalar muy fuerte mínimo durante tres veces. El procedimiento dura menos de 15 minutos. En caso de requerir el uso de un medicamento (broncodilatador), luego de la prueba inicial tendrá que esperar 15 minutos para realizar una prueba adicional.
Evitar la ingesta de comidas pesadas antes del examen. No fumar mínimo 4-6 horas antes del procedimiento. Es posible que se recomiende suspender el inhalador o medicamento broncodilatador que este utilizando antes de la realización de la prueba. Utilizar ropa cómoda. Informar al profesional si ha presentado lesiones recientes o cirugías a nivel del tórax, ojos, abdomen u oídos.
Por el esfuerzo al respirar que se tiene que realizar, podría presentarse dificultad respiratoria o sensación de mareo momentáneo. Se puede presentar algo de tos durante el procedimiento.
Sensación de mareo o dificultad respiratoria de forma momentánea.