La Ciclofosfamida, es un medicamento que forma parte de un grupo al que se denomina antineoplásicos y citotóxicos, es decir, que sirven para eliminar (matar) las células y al mismo tiempo, evitar que crezcan células malignas, de ahí su clasificación.
La mayoría de veces, este medicamento es utilizado como parte de esquema de tratamiento (quimioterapia) en algunos tipos de cáncer, como:
Adicionalmente, también es útil en enfermedades donde la inflamación del cuerpo se encuentra -muy- aumentada, por lo que se indica para el manejo de enfermedades de origen autoinmune, como:
Finalmente, la Ciclofosfamida se emplea también como tratamiento inmunosupresor, en pacientes que serán sometidos a y/o han sido receptores de un trasplante de órganos y/o de médula ósea,