El cáncer de ano es una neoplasia maligna poco común y representa solo un pequeño porcentaje (4 %) de todos los cánceres de tracto digestivo inferior. El ano es la estructura que ocupa el extremo final del intestino grueso y que se ubica debajo del recto, por dónde la materia fecal (desecho sólido) atraviesa para salir del cuerpo definitivamente. El ano está formado por capas externas de piel y por el intestino; además cuenta con dos músculos en forma de anillo, que se llaman esfínteres, cuya función es abrir y cerrar la apertura anal, dejando pasar la materia fecal. Es importante incluir que la piel que rodea el exterior del ano se llama área perianal y los tumores en esta área son tumores de piel, no cáncer de ano.
El riesgo de cáncer anal según las estadísticas va en aumento y se relaciona con las personas que participan en prácticas sexuales como el coito anal pasivo o la promiscuidad sexual, además que tienen mayor riesgo de contraer la infección por el virus del papiloma humano (VPH). La infección por el VPH es el factor de riesgo más importante y se considera un agente causal del carcinoma de células escamosas de ano y de sus lesiones precursoras. Las prácticas sexuales de riesgo alto, como las relaciones sexuales homosexuales entre hombres con coito anal pasivo y parejas sexuales numerosas, infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), inmunosupresión crónica y el consumo de cigarrillo, son otros factores de riesgo asociados a este tipo de cáncer. Los antecedentes de cáncer de cuello uterino, vagina y vulva, triplican el riesgo, pues los serotipos de VPH 16 y 18 que por lo general comprometen este tipo de enfermedades también afectan las células de la región anal.
Por lo general, el cáncer de ano es una enfermedad curable. Los tres factores principales de pronóstico son el lugar de localización, el tamaño (los tumores que miden menos de 2 cm tienen un mejor pronóstico) y el compromiso de ganglios cercanos.