Las infecciones vaginales son aquellas que comprometen al cérvix, vagina, vulva y sus glándulas secretoras. Estos órganos genitales son los más accesibles a los gérmenes y por ello, suelen afectarse simultáneamente, ocasionando vulvovaginitis.
La vulvovaginitis tiene dos posible causas, que son:
- Vaginitis no infecciosa: sales de baño, desodorantes, espermicidas, duchas vaginales, capuchones cervicales y otros dispositivos anticonceptivos.
- Vaginitis infecciosa: está a su vez se clasifica en tricomoniasis, candidiasis, vaginosis bacteriana y cervicitis.
- Tricomoniasis: es causada por el protozoario Trichomonas Vaginalis, que se ubica en la vagina, uretra, endocérvix y vejiga. Se transmite por contacto directo, de tipo sexual y por transmisión vertical durante el parto. Los síntomas incluyen leucorrea (flujo blanco amarillento) abundante, espumosa, con grumos, mal olor, de color blanquecino o amarillento, en algunas ocasiones verdoso. Se acompaña de disuria (ardor al orinar), dispareunia (dolor durante la penetración), prurito (picazón), dolor o ardor genital e irritación vulvar.
- Candidiasis Vulvovaginal: es una micosis vaginal por hongos del género cándida. Se transmite por vía sexual. Los síntomas incluyen una secreción vaginal blanquecina, amarillenta, con grumos, espesa, adherente, sin mal olor; prurito vaginal, disuria y dispareunia.
- Vaginosis bacteriana: en este caso se encuentran implicados varios microorganismos entre ellos, Gardnerella Vaginalis, Ureaplasma Urealyticum, Micoplasma Hominis, Prevotella y Mobiluncus. Sus síntomas incluyen secreción vaginal, grisácea no irritante, que a menudo se adhiere a las paredes vaginales, visible sobre los labios menores; tiene olor fétido, descrito como a "pescado".
- Cervicitis: puede ser producida tanto por agentes químicos, como por los microorganismos Neisseria Gonorrhoaeae, Chlamydia Trachomatis, Ureplasma Urealyticum, Mycoplasma Genitalium. Se manifiesta por secreción vaginal purulenta, coitorragia (sangrado despues del coito), disuria, dispareunia y dolor abdominal.
Es preciso mantener una adecuada higiene genital y ser valorada oportunamente ante la presencia de los síntomas mencionados, para que por medio de un examen físico, determinar el tipo de infección y poder instaurar el manejo apropiado.
Recuerda que aunque tengas uno o más de estos síntomas, debes confirmar el diagnóstico con tu profesional de la salud.
Puede existir otras manifestaciones además de las descritas, que son menos frecuentes.
Puede existir otros signos de alarma además de los descritos, que son menos frecuentes.
Puede existir otras complicaciones además de las descritas, que son menos frecuentes.