Se conoce por trauma abierto o penetrante de abdomen a aquel en el que se produce una ruptura o perforación de todas las capas de la piel y músculos que recubren la cavidad abdominal, ocasionando una comunicación entre dicha cavidad y el ambiente.
Para considerarse abierto no se requiere de una herida grande, simplemente que exista la comunicación antes mencionada; es por ello que puede estar ocasionado por grandes traumatismos con palos o cualquier objeto que entren al abdomen hasta por objetos pequeños como proyectiles de arma de fuego u objetos cortantes con heridas por apuñalamiento.
Al tratarse de una enfermedad potencialmente letal, se requiere de la consulta inmediata al servicio de urgencias; allí se definirá con una evaluación inicial si se requiere una cirugía inmediata o si es se requiere realizar pruebas adicionales como ecografía, tomografía, ser llevado a una laparoscopia o en algunos casos puede simplemente observarse en el servicio de urgencias estando atentos a signos vitales o sangrado, pues puede no requerir otros tratamientos.
En general el pronóstico puede variar desde no ser mortal hasta que sea potencialmente letal si no se tratan las lesiones de vasos o vísceras de forma temprana, así como de que no exista una pérdida importante de sangre.