Las hormonas, son sustancias que funcionan como mensajeros químicos en el cuerpo, afectando las funciones de las células y tejidos. El estrógeno y la progesterona, son dos hormonas que pueden promover el crecimiento de algunos cánceres de seno/mama. Las células cancerosas del seno que son sensibles a las hormonas, contienen proteínas llamadas receptores de hormonas que se activan cuando las hormonas se unen a ellos. Los receptores activados, causan cambios en genes que pueden estimular el crecimiento celular; el objetivo de la terapia hormonal, es poder bloquear estos receptores en las células cancerosas para inhibir su crecimiento.
Para determinar si las células cancerosas del seno/mama, tienen receptores de hormonas, los doctores hacen pruebas de ensayo en muestras del tejido del tumor que se extrajeron por medio de cirugía previamente realizada a la paciente.
Dependiendo del estudio de histopatología y biología molecular realizado al tejido extraído del tumor de la mama; se estudian las posibilidades terapéuticas.
Para la extracción de tejido tumoral; puede llegar a presentar molestias locales en el lugar del procedimiento (por ejemplo, dolor en la herida quirúrgica o sitio de punción). Sin embargo; es posible que llegue a experimentar uno o más de los siguientes durante la terapia con hormonas:
Es importante que siempre se mantenga en estrecha comunicación con su médico con respecto a lo que experimenta tras la terapia.
Es posible que durante la administración de la terapia con hormonas, pueda presentar: