La polipectomía por histeroscopía es un procedimiento para examinar el interior del útero empleando un instrumento con un dispositivo de video que permite visualizar y manipular con instrumental el tejido observado. El profesional de la salud que realiza el procedimiento puede observar la abertura hacia el útero que es más conocido como el cuello uterino, el interior del útero y las aberturas de las trompas de Falopio. Este procedimiento se utiliza comúnmente para diagnosticar problemas de sangrado vaginal anormal en mujeres, extraer pólipos o fibromas, o para realizar procedimientos de esterilización.
Una vez ingresa la paciente a la sala del procedimiento, se acuesta en la camilla y el anestesiólogo procede a dar inicio a la anestesia que puede ser general o regional. La mayoría de las veces es bajo anestesia general.
El médico inserta vía vaginal una herramienta delgada y liviana flexible, con una cámara y luz integrada cuyo propósito es la visualización de las estructuras. Debe pasar a través de la vagina y luego del cuello uterino para ingresar al útero. Una vez allí, el médico puede colocar gas o líquido dentro del útero para distenderlo y visualizar mejor al útero expandido. Las imágenes del útero son observadas por una pantalla en forma de video grabado desde el interior del cuerpo. Se puede introducir por el cable del histeroscópio otras herramientas que permiten hacer la extracción de los pólipos.
Se requiere de ayuno estricto de al menos 8 horas para el procedimiento pues se necesita de anestesia general en la mayoría de los casos.
Si tiene enfermedades crónicas u asma, debe seguir las indicaciones dadas por el anestesiólogo previamente.
Antes del procedimiento, en el caso de utilizar anestesia regional, se administra un medicamento que ayuda a la relajación y bloquear el dolor, favoreciendo el sueño mientras dura el procedimiento. Puede sentir la manipulación pero no dolor.
En el caso de tener anestesia general la paciente va a estar dormida profundamente, sedada y bajo analgésicos por lo que no sentirá nada durante el procedimiento.
Puede haber dolor pélvico asociado a la manipulación del instrumental en el útero y la cavidad vaginal. También se puede experimentar algo de sangrado vaginal residual del procedimiento.
El procedimiento puede durar desde 15 minutos hasta más de una hora, todo varía según los hallazgos intraoperatorios.