La orina en condiciones fisiológicas es incolora o amarilla, la orina turbia o de otros colores se considera un hallazgo anormal que puede asociarse a condiciones o patologías como infecciones urinarias, cálculos urinarios entre las más comunes, y otras menos comunes como la anemia hemolítica, posterior a lesiones musculares, signos de melanoma, porfiria, uso de medicamentos o secundaria al consumo de alimentos como remolacha entre otras. La deshidratación puede cursar con orina muy amarilla o muy concentrada que puede ser confundida con orina turbia.
Ante la aparición de orina turbia es importante que se acuda a una valoración médica para establecer su causa y establecer un tratamiento adecuado.
Acuda de manera inmediata a urgencias si presenta orina turbia asociada a náuseas o vómitos persistente o recurrentes, presente fiebre, escalofríos o dolor abdominal intenso.