La neuropatía por alcohol, es una complicación común por al abuso de dicha sustancia de forma crónica. Se considera que el acetaldehído, metabolito del alcohol, es el principal implicado en el desarrollo de la neuropatía por alcohol, ya que afecta los axones (prolongaciones de las neuronas por donde circulan los impulsos nerviosos), provocando la pérdida de la mielina (recubrimiento de los nervios) y resultando en un mal funcionamiento en diferentes órganos y músculos.
Entre las manifestaciones clínicas más comunes de la neuropatía por alcohol, se encuentran: la sensación de entumecimiento, parestesias, disestesias con ardor, debilidad muscular, dolor, calambres musculares, ataxia o alteraciones de la marcha. Adicionalmente, se observa la disminución de los reflejos músculotendinosos y la pérdida de la sensación de vibración.
Actualmente no existe un tratamiento específico para la neuropatía por alcohol. Los pacientes reciben como parte del tratamiento suplementos con tiamina (también conocida como vitamina B1) y mantenimiento de una dieta adecuada. La suspensión del consumo de alcohol es fundamental durante el tratamiento de esta patología.