Es cualquier sensación anormal localizada en el tórax, desde una punzada intensa hasta un dolor sordo. En algunos casos, el dolor de pecho puede manifestarse como una sensación de opresión o ardor. Puede deberse a multiples causas, dada su posible implicación con patologías potencialmente graves e incluso mortales, condiciona con frecuencia, una gran angustia en el paciente y supone siempre un reto diagnóstico para el médico.
Debe acudir con su médico: 1. Si presenta un dolor opresivo o presión en el pecho y este se propaga a la mandíbula y el brazo izquierdo. 2. Si el dolor se acompaña de náuseas, mareos, sudoración, taquicardia o dificultad respiratoria. 3. Tiene fiebre o una tos que produce flema verde amarillenta. 4. Presenta dolor torácico intenso que no desaparece.