El Craneofaringioma es un tumor benigno (no canceroso) del cerebro, ubicado cerca de la glándula pituitaria y del hipotálamo.
Deriva de restos embrionarios del conducto craneofaríngeo formado por la evaginación ectodérmica que constituye la bolsa de Rathke y que origina la adenohipófisis primitiva. Aunque son de naturaleza benigna, resultan localmente invasivos; infiltran los órganos y estructuras adyacentes como el hipotálamo, hipófisis, quiasma y los nervios ópticos.
Se clasifica en:
- Forma adamantinomatosa: es la más frecuente (85%) y deriva de restos epiteliales de tipo ameloblastoma de la cavidad orofaríngea primitiva y predomina en niños. La presencia de calcificaciones, acumulaciones de queratina prominentes y el contenido quístico oscuro, rico en colesterol, lípidos y metahemoglobina es típica de esta variante.
- Forma papilar: relacionado con metaplasia de células adenohipofisarias primitivas. En esta variante son infrecuentes las calcificaciones y la infiltración peritumoral.
El craneofaringioma causa síntomas debido al aumento de la presión sobre el cerebro, a la interrupción de la función de la glándula pituitaria y al daño del nervio óptico. Estos síntomas suelen ser permanente y en casos casos empeoran después de la cirugía en que se retira el tumor. Dichos síntomas suelen incluir:
- Dolor de cabeza.
- Náuseas.
- Vómito.
- Dificultad del equilibrio.
- Cambios en la visión.
- Disminución del deseo sexual.
- Amenorrea (ausencia de menstruación).
El intervalo de tiempo entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico por lo general varía de 1 a 2 años.
Recuerda que aunque tengas uno o más de estos síntomas, debes confirmar el diagnóstico con tu profesional de la salud.
Puede existir otras manifestaciones además de las descritas, que son menos frecuentes.
Puede existir otros signos de alarma además de los descritos, que son menos frecuentes.
Puede existir otras complicaciones además de las descritas, que son menos frecuentes.