La hepatitis autoinmune es un tipo de enfermedad que afecta al hígado en cuanto a su funcionalidad debido a una respuesta anómala de parte del sistema inmunológico. Es llamada también hepatitis no vírica debido a que su debut no depende de una infección viral. En las enfermedades autoinmunes, el propio organismo crea anticuerpos en contra de sus propias células y las destruye; en este caso se crean anticuerpos contra los hepatocitos las células funcionales del hígado.
Este tipo de enfermedad tiene una base hereditaria importante y en otros casos es desconocido el motivo de respuesta del sistema inmunológico en contra de su propio hígado. Es una enfermedad poco frecuente y afecta principalmente al género femenino, pues se ha descrito la mayoría de los casos en mujeres adolescentes y adultas jóvenes en etapa reproductiva.
Esta enfermedad se controla mediante el uso de medicamentos que disminuyen la respuesta del sistema inmunológico en contra del hígado, este proceso se llama inmunosupresión. Puede producirse este efecto mediante la administración de corticoesteroides a diario como la prednisolona por sí sola o asociada a otros medicamentos. Los controles se hacen mediante estudios de laboratorio dónde se revisa la función hepática que se hacen de modo seriado durante el seguimiento a la enfermedad. La mayoría de pacientes responden bien al tratamiento médico y pueden llevar una vida en curso con ciertas recomendaciones, solo un porcentaje de aproximadamente un 15 a 20 % no responde de modo adecuado al tratamiento médico convencional y se deben utilizar otras opciones terapéuticas que incluye trasplante hepático.