La Amigdalectomía, consiste en la remoción parcial o total de las amígdalas palatinas, que con frecuencia incluye la remoción de las adenoides (amígdalas nasofaríngeas). Se realiza en los casos de síntomas obstructivos de la vía aérea superior, como en la dificultad para respirar y deglutir (tragar), así como en pacientes con episodios repetidos de infección faríngea y amigdalitis recurrentes (generalmente en edades pediátricas); o en los casos de complicación durante estas infecciones (por ejemplo, por la presencia de alergia a múltiples antibióticos o que haya presentado absceso amigdalino).
La amigdalectomía puede ser total o parcial. La remoción total inicia con la ubicación de un retractor para permitir que la boca permanezca abierta, se ubica el tejido amigdalino, el cual es halado hacia delante y medial para retirarlo y luego se sutura o cauteriza para controlar el sangrado. En la remoción parcial, se retira el tejido intracapsular.
Se realiza bajo anestesia general, por lo que el paciente no siente dolor durante el procedimiento.