El dolor de rodilla es un síntoma frecuente en todas las edades, el cual suele ser resultado de lesiones directamente en la rodilla o la cadera. La articulación de la rodilla se compone de tres huesos, el fémur, la tibia y la rótula; estos huesos se mantienen unidos por ligamentos y el músculo cuadríceps, además de ello, se alinean con el cartílago y cuenta con meniscos, los cuales, ayudan a moldear las superficies de la articulación de la rodilla para que puedan articular de manera más favorable y proporcionar lubricación en la región.
La articulación se encuentra rodeada por varias bursas, las cuales ayudan a lubricar las diferentes estructuras. El dolor de rodilla básicamente puede ser secundario a la lesión de cualquiera de las estructuras mencionadas y a problemas de la cadera. Muchos tipos de dolores de rodilla leve responden bien a las medidas de cuidado básico; la fisioterapia y las inmovilizaciones también pueden ayudar a mitigar el dolor y en los casos más severos, resulta necesaria la reparación quirúrgica.
Acudir al servicio de urgencias cuando además del dolor presente cualquiera de los siguientes signos de alarma: - Fiebre. - Aumento de volumen de la rodilla. - Rubor y calor de la rodilla. - Enrojecimiento. - Deformación de la rodilla.
-Imposibilidad de Movimiento.