Es un síndrome que se caracteriza por dolor regional de origen muscular localizado en un músculo específico o en un grupo muscular, que además, se acompaña de dolor referido a distancia y por presencia de una banda muscular de tensión, aumentada de consistencia, dolorosa, identificable a la palpación y en cuyo seno se encuentra un “punto de gatillo”, que es una zona hipersensible, que es el origen y causa de dolor. Los “puntos gatillo” se encuentran en lugares donde el músculo es más ancho, es decir, vientres musculares, así como en inserciones, neuromas (tumores de los nervios) o cicatrices. Se producen como un defecto en la despolarización de las células musculares, que producen una contracción sostenida, que altera el flujo sanguíneo y así el aporte de nutrientes necesarios para que se promueva la relajación muscular. Este estado patológico hace que se liberen mediadores inflamatorios que activan los receptores de dolor, responsable de la clínica. Otros investigadores postulan que se debe a una alteración a nivel espinal que produce esa contracción sostenida. El diagnóstico se realiza con examen físico minucioso, donde se logre identificar los puntos gatillo y los dolores referidos característicos. Se puede apoyar en exámenes complementarios como electromiografía y resonancia magnética. El tratamiento de elección es la terapia física, en especial los ejercicios de estiramiento diseñados para recuperar la longitud del músculo.