La esclerosis tuberosa es un trastorno genético o hereditarop que se caracteriza por la presencia de hamartomas (tumores no cancerosos) que comprometen múltiples órganos tales como: cerebro, corazón, pulmón, riñón y la piel. Las más comunes son las alteraciones neurocutáneas caracterizada por pequeños tumores rojos o oscuros en la cara. Su nombre se debe a que producen lesiones en el cerebro que crecen en forma de raíz y se calcifican con la edad volviéndose duras.