La artoscopia es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, en la cual mediante pequeñas incisiones, se introduce un artroscopio, que es un tubo flexible de calibre fino que tiene una cámara en la punta, la cual transmite las imágenes a una pantalla, permitiendo visualizar la totalidad de la articulación de manera completa, ofreciendo más y mejores soluciones de visualización y maniobra que la cirugía abierta.
Se realiza una artroscopia cuando se quiere visualizar el interior de la articulación para confirmar un diagnóstico concreto. También permite tomar muestras y biopsias del interior de la articulación. Pero lo más importante de la artroscopia es poder realizar tratamientos de la articulación.
1. Suspender anticoagulación oral 8 horas antes del procedimiento.
2. No comer, ni tomar agua 6 horas antes del procedimiento.
3. Realizar valoración prequirúrgica por anestesiología y exámenes previos de hematología, creatinina, urea, glicemia y tiempos de coagulación.
4. Realizar electrocardiograma, tomar tensión arterial y saturación de oxígeno.
6. Canalizar una vía periférica.
7. Retirar joyas, esmalte de uñas y prótesis dentales.
1. Al colocar anestesia local o general, se sentirá un leve dolor por la aguja.
2. Posteriormente no sentirá mayor dolor ya que estará anestesiado.
1. Se puede presentar dolor en la zona de punción de la anestesia.
2. Se pueden presentar hematomas o hemorragias en las zonas de las incisiones.
3. Edema y dolor leve a moderado en la articulación, que se manejan con analgésicos, antiinflamatorios y medios físicos locales como frío o calor.