El Shock Cardiogénico es la caída persistente y progresiva de la presión arterial, con una adecuada presión de llenado ventricular, con disminución general y grave de la perfusión tisular, más allá de los límites compatibles necesarios para mantener la función de los órganos vitales en reposo. Para establecer el diagnóstico debe cumplir los criterios hemodinámicos, los cuales son: 1. Disminución de la presión arterial sistólica a < de 90 mm Hg, por un tiempo mayor a 30 minutos. 2. Presión de llenado ventricular elevada o normal, bajo gasto cardíaco y vasoconstricción periférica 3. Lo más específico, signos de hipoperfusión tisular y disfunción de órganos vitales.