El cáncer ovárico es una enfermedad maligna que afecta como tal a los ovarios, que son unos órganos que hacen parte del sistema reproductivo de la mujer, se encuentran en la parte baja de la pelvis cerca del útero, son de pequeño tamaño y son pares. En ellos se producen hormonas femeninas y los óvulos que son las células necesarias para la reproducción humana. El cáncer se presenta cuando las células de este tejido crecen de modo descontrolado. No es el cáncer más frecuente en las mujeres, pero si uno de los que presentan mayor mortalidad asociada; por ello su diagnóstico temprano permite una posibilidad de recuperación y disminución de la mortalidad, sin embargo, es difícil su detección por ser asintomático y solo presentar síntomas en etapas avanzadas. Es importante la realización de biopsia para definir el grupo celular afectado. Este tipo de cáncer puede ser: 1. Ovárico epitelial invasivo: se origina de las células que cubren la superficie externa del ovario. La mayoría de los tumores ováricos son de este tipo. 2. Tumores ováricos Estromales: Los tumores del estroma se originan de las células del tejido que sostiene estructuralmente al ovario y producen las hormonas femeninas (estrógeno y progesterona). 3. Tumores de células germinales del ovario: se originan de las células que producen los óvulos. Según la etapa en la que se diagnostican los tumores se mide su pronóstico. Los tumores tipo I tienden a crecer lentamente y a causar menos síntomas. Los tumores tipo II crecen rápidamente y tienden a propagarse más pronto y no parecen responder bien a la quimioterapia. Entre mayor es la etapa, mayor es su malignidad, su baja respuesta a los manejos de radioterapia, quimioterapia y cirugías de extracción de los tumores y mayor posibilidad de afectar ganglios cercanos, lo que conlleva a metástasis. A medida que aumenta la etapa disminuye la sobrevida a 5 años.