Los tumores de los nervios periféricos son masas que aparecen dentro o cerca de las fibras nerviosas que transmiten señales desde el cerebro hacia el resto del cuerpo, llevando la información motora, es decir, la encargada de coordinar los movimientos. Este tipo de tumor puede formarse en cualquier nivel del cuerpo, en cualquier fibra nerviosa. La mayoría de los tumores no son malignos, pero pueden provocar síntomas molestos como dolor, lesiones en los nervios y pérdida de la funcionalidad de la zona que sea afectada. Pueden producirse varios tipos de tumores de los nervios periféricos y pueden clasificarse según la zona en la que los nervios se ven afectados. Pueden ser: tumores intraneurales (crecen dentro de los nervios) o tumores extraneurales (crecen fuera de los nervios pero cerca logrando presionarlos). Por otro lado los tipos de tumores de nervios periféricos son: 1. Neurinoma del acústico: también conocido como schwannoma vestibular, es un tumor poco frecuente de crecimiento lento que se forma en el nervio vestibular cuyo trayecto abarca desde el oído interno hasta el cerebro. Las ramas de este nervio afectan directamente el equilibrio y la audición, por lo que la presión de este tumor puede provocar pérdida de la audición, zumbido en el oído e inestabilidad al caminar. 2. Neurofibroma: Es un tipo de tumor de los nervios que forma masas blandas sobre la piel o debajo de ella. El neurofibroma se puede formar en un nervio principal o secundario de cualquier parte del cuerpo. Es un tipo de tumor benigno. Rara vez se convierte en un tumor maligno, pero puede suceder. Los síntomas suelen ser leves o puede que no se presenten, si el tumor ejerce presión sobre los nervios o crece en su interior, se puede sentir dolor o entumecimiento en la zona afectada. 3. La neurofibromatosis: es una enfermedad genética que favorece la formación tumores en el tejido del nervio. Estos tumores pueden desarrollarse en cualquier lugar del sistema nervioso, desde el cerebro, la médula espinal o los nervios que salen de ella. Por lo general, la neurofibromatosis se diagnostica en la infancia o la adultez temprana por sus múltiples características. Sus tumoraciones no son malignas en general pero pueden convertirse en malignas. Los síntomas a menudo son leves. Sin embargo, las complicaciones de la neurofibromatosis pueden ser pérdida de la audición, deterioro del aprendizaje, problemas cardiovasculares, pérdida de la visión y dolor intenso. 4. Schwannoma: Se trata de un tipo de tumor de la estructura que cubre los nervios denominada vaina. Es el tipo más frecuente de tumor benigno de los nervios periféricos en adultos. Puede presentarse en cualquier parte del cuerpo y a cualquier edad. Por lo general la masa tiene como origen una zona llamada fascículo, dentro del nervio principal y luego se desplaza el resto del nervio. Cuando el schwannoma aumenta de tamaño, se ven afectados otros fascículos, lo cual dificulta su extirpación y tiene relación con sus síntomas. Es común su localización en brazos y piernas y como primer síntoma solo puede percibirse la masa dura que no duele. Sin embargo, con su crecimiento, que por lo general es lento, puede causar lesiones a los nervios y pérdida del control muscular. 5. Los tumores desmoides: (llamados también fibromatosis agresiva) son tumores benignos del tejido conjuntivo que en la mayoría de los casos, aparecen en el abdomen, los brazos y las piernas. Estos tumores al crecer pueden extenderse hasta afectar los tejidos y órganos cercanos causando así sus síntomas. 6. Perineurioma: Este tumor benigno es poco frecuente, también puede manifestarse como un tumor extraneural. El perineurioma intraneural se presenta con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes. Provoca debilidad progresiva gradual muscular y pérdida sensitiva que afecta un brazo o una pierna. 7. Lipoma: Son masas blandas y benignas que se originan en células de grasa que crecen lentamente. Su localización frecuente se ubica debajo de la piel del cuello, hombros, espalda y brazos. Un lipoma que esté cerca de un nervio puede comprimirlo generando síntomas. 8. Quiste de los ganglios: Algunos de estos quistes se originan en una lesión, pero la mayoría no tiene causa conocida. Frecuentemente se forman alrededor de las articulaciones, como la muñeca, y pueden causar dolor e interferir en las actividades diarias. La mayoría desaparecen sin tratamiento. 9. Los tumores malignos de la vaina de los nervios periféricos: son un tipo de cáncer que hace parte del grupo de los tumores de nervios periféricos en general. Antes eran llamados neurofibrosarcomas, son poco frecuentes, pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero lo más frecuente es que aparezcan en los tejidos profundos de los brazos, de las piernas y del tronco. Causan dolor y debilidad en la zona afectada. Al ser tumores malignos deben ser retirados por medio de cirugía y complementados con quimioterapia y radioterapia. El pronóstico y sobrevida de todos los tumores son positivos a futuro, pues basta con su eliminación quirúrgica para su manejo, solo los malignos tienen complemento con quimioterapia y radioterapia y son los únicos con un pronóstico desfavorable pues pueden regresar.