Los tumores carcinoides son un tipo de cáncer llamado de esta manera debido a que las células anormales que los componen son de crecimiento lento. Pueden aparecer en diferentes lugares de todo el cuerpo, pero como lugar de origen de la enfermedad se ha determinado que son frecuentes en el tracto digestivo (estómago, apéndice, intestino delgado, colon o recto) o en los pulmones.
Los tumores carcinoides generalmente no producen signos ni síntomas hasta que la enfermedad se encuentra en una etapa avanzada. Además pueden producir y liberar hormonas en el cuerpo que provocan signos y síntomas diversos como diarrea, dificultad para respirar o enrojecimiento de la piel.
En el momento se desconoce si hay un origen exacto con respecto a la causa de los tumores carcinoides. Generalmente toda enfermedad cancerígena tiene como causa, fallas en la regulación de las células por lo que cambian y se transforman de células normales a cancerígenas. Lo normal es que las células sanas al finalizar su ciclo deben morir y esto no ocurre en las células cancerígenas que continúan creciendo y dividiéndose dando paso a más células anormales. Este proceso es lo que produce un tumor. Las células cancerígenas pueden invadir el tejido sano circundante y propagarse a otras partes del cuerpo. Se ha detectado, sin embargo, que los tumores carcinoides crecen en las células neuroendocrinas; cuyas funciones son variables y pueden ser mixtas algunas son producción de hormonas y otras actividades como células nerviosas. Algunos ejemplos de sustancias producidas por este tipo de células son el cortisol, la histamina, la insulina y la serotonina.
El tratamiento para los tumores carcinoides suele ser la cirugía para remover el tumor y puede incluir medicamentos biológicos, quimioterapia y radioterapia. Generalmente, su malignidad no es muy elevada, pero la ausencia o aparición tardía de sus síntomas, implica que se detecte después de una larga evolución dificultando así el tratamiento. La supervivencia postquirúrgica está entre 6 y 11 años.