Se considera un golpe (o traumatismo) en la región del tórax donde no hay evidencia de una lesión que penetre o abra la cavidad torácica. Por lo general es una urgencia, y debe ser valorado por un médico para establecer que no haya complicaciones y en caso de que las haya indicar el mejor tratamiento.
Se recomienda un manejo conservador, ya que solo un 29% llega a requerir manejo en la terapia intensiva, un 18.3% requiere de algún manejo con drenaje pleural, y un 2.6% puede terminar en cirugía (como la toracotomía). Según el compromiso de los órganos afectados, se determinará el tratamiento.
Se suele asociar con mecanismo de lesiones como: