La necrosis avascular es una afección que se caracteriza por la pérdida de flujo sanguíneo hacia los tejidos óseos que los irrigan aportándoles los nutrientes que requieren para su funcionamiento. También es llamada “osteonecrosis” y es frecuente en los huesos de las caderas, rodillas, hombros y tobillos. Puede aparecer este tipo de daño secundario al uso de medicamentos, como por ejemplo, los esteroides por largo tiempo, metrotexato, bifosfonatos, corticosteroides, el abuso de alcohol, lesiones en las articulaciones y algunas enfermedades como el cáncer y la artritis. Generalmente la necrosis avascular daña el hueso porque puede producir pequeñas fracturas causando el colapso del hueso. Cualquier persona puede verse afectada por este trastorno, pero es más frecuente entre las personas de 30 y 50 años.
Existe una patología en los niños llamada Enfermedad de Perthes, que cursa con necrosis de la cabeza del fémur, como consecuencia de una falta de aporte sanguíneo y suele ser unilateral.